Es una Luche!!!
El Cokeado se enfrentó una vez más al duro equipo de Luchessi, rival que lo eliminó el torneo pasado. Y una vez más la suerte le jugó en contra. El equipo borravino mereció más, pero el partido terminó empatado y con un arbitraje desastroso.
Desde el primer minuto del partido el Cokeado fue un equipo partido en dos, con los tres delanteros aislados de la creación, con el medio campo sin poder hacerse dueño del balón, y con la defensa replegada muy cerca del arco defendido por Equi Cusi.
Luchessi era el dueño del juego y se repetía en embates contra la valla cokeada, aunque no arrimaba demasiado peligro y la defensa se las arreglaba para minimizar los ataques.
De a poco el mediocampo se fue acomodando, con la bajada sincronizada de uno de los delanteros, el cokeado empezó a poblar el medio campo y a tener volumen de juego. Que se tradujo en gol cuando “garrafa” Jaime recibió en la puerta del área, se asoció con la “flecha” Tavecchio que le devolvió una muy buena pared, y definió como los que saben, para despejar las dudas de que el primero había sido casualidad.
Así el borratinto se ponía en ventaja quizá en el mejor momento de su adversario, y empezaba a controlar el trámite del partido ante los nervios y las dudas que el gol provocó en Luchessi.
Un párrafo aparte se merece la patada mal intencionada que el numero 6 del equipo de Luchessi la asestó a “sava” Spertino. No lo quebró de casualidad (Martia, si no regresas pronto se te va a pone difícil el ranking rústico). Y para empeorar la situación, los dos maniquíes vestidos de negro que ponen todos los sábados para calentar los partidos sólo le sacaron tarjeta amarilla.
La segunda mitad encontró al Cokeado mejor parado, con el control del juego, y el manejo del ritmo del partido. Pero como si fuese una devolución de gentilezas, en el mejor momento Cokeado, cuándo el partido estaba totalmente controlado y se jugaba con uno mas (por fin lo habían expulsado al Karateca de la patada del primer tiempo), el equipo luchessino encontró el empate de cabeza.
El envión anímico del gol arrastró a Luchessi a realizar ataques desordenados, que el Cokeado contestaba de contragolpe, lo que se dice un ida y vuelta.
Desde el primer minuto del partido el Cokeado fue un equipo partido en dos, con los tres delanteros aislados de la creación, con el medio campo sin poder hacerse dueño del balón, y con la defensa replegada muy cerca del arco defendido por Equi Cusi.
Luchessi era el dueño del juego y se repetía en embates contra la valla cokeada, aunque no arrimaba demasiado peligro y la defensa se las arreglaba para minimizar los ataques.
De a poco el mediocampo se fue acomodando, con la bajada sincronizada de uno de los delanteros, el cokeado empezó a poblar el medio campo y a tener volumen de juego. Que se tradujo en gol cuando “garrafa” Jaime recibió en la puerta del área, se asoció con la “flecha” Tavecchio que le devolvió una muy buena pared, y definió como los que saben, para despejar las dudas de que el primero había sido casualidad.
Así el borratinto se ponía en ventaja quizá en el mejor momento de su adversario, y empezaba a controlar el trámite del partido ante los nervios y las dudas que el gol provocó en Luchessi.
Un párrafo aparte se merece la patada mal intencionada que el numero 6 del equipo de Luchessi la asestó a “sava” Spertino. No lo quebró de casualidad (Martia, si no regresas pronto se te va a pone difícil el ranking rústico). Y para empeorar la situación, los dos maniquíes vestidos de negro que ponen todos los sábados para calentar los partidos sólo le sacaron tarjeta amarilla.
La segunda mitad encontró al Cokeado mejor parado, con el control del juego, y el manejo del ritmo del partido. Pero como si fuese una devolución de gentilezas, en el mejor momento Cokeado, cuándo el partido estaba totalmente controlado y se jugaba con uno mas (por fin lo habían expulsado al Karateca de la patada del primer tiempo), el equipo luchessino encontró el empate de cabeza.
El envión anímico del gol arrastró a Luchessi a realizar ataques desordenados, que el Cokeado contestaba de contragolpe, lo que se dice un ida y vuelta.
Luego las cosas se emparejaron también en el número de jugadores, ya que Fernando Augusto del Corral (el gallego, protagonista de las novelas “Amor Cokeado” y “Sin Cokeado no hay Pasión”) vio la segunda amarilla y tubo que abandonar el terreno de juego. No sin antes gritar: “Me vengaré maldito juez, lo haré por el amor de María Mercedes”.
Desde ese momento el partido fue como una pelea de boxeadores cansados, las guardias estaban bajas, pero los golpes no hacían daño. El empate era todo un hecho.
Al final, un nuevo horror de apreciación de uno de los payasos de negro (cobró un off-side -véase orsai- que solamente el vio) privó al “Espanta Pájaros” Tavecchio de quedar de cara al arco, y tener la posibilidad de darle la victoria al Cokeado.
Nuevamente se jugó bien en algunos tramos del partido, la producción fue de menor a mayor, y la imagen del final no fue la de un equipo que ganó un punto, sino la de uno que perdió dos.
Desde ese momento el partido fue como una pelea de boxeadores cansados, las guardias estaban bajas, pero los golpes no hacían daño. El empate era todo un hecho.
Al final, un nuevo horror de apreciación de uno de los payasos de negro (cobró un off-side -véase orsai- que solamente el vio) privó al “Espanta Pájaros” Tavecchio de quedar de cara al arco, y tener la posibilidad de darle la victoria al Cokeado.
Nuevamente se jugó bien en algunos tramos del partido, la producción fue de menor a mayor, y la imagen del final no fue la de un equipo que ganó un punto, sino la de uno que perdió dos.
Y esa actitud es la que hay que rescatar.
K-b-za
1 comentario:
Realmente muy buena crónica; reconozco que no creía lo de los goles de Jaime, pero este buen cronista ha saciado mis dudas. Con respecto a mi pronto regreso, no preocupais llevo para todos...
Un abrazo de gol ... y una duda ...
¿cokeado puede decir que cuenta con un "gran" goleador?
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