"DR. MUGNAINI, SE LO SOLICITA EN EL AREA CONTRARIA..."
...Esto, dicho con voz femenina y con la reverberancia de un pasillo de hospital, fue lo que se oyó el el bajo hace un par de semanas. O por lo menos fue lo que él oyó, porque hacia allá fue, con la lanza en la mano como siempre, y atropellando a cuanto se cruce en el camino, sin la precaución siquiera de tocar bocina, si pedir permiso, como buen doctor acudió al llamado sin titubear.
Y ni bien estuvo en el área arremetió contra la valla, lo miró al muñeco de trapo haciendo piruetas para engañar al arquero, se puso el babero, agarró los cubiertos, y en el momento en que vio que el rebote le había favorecido, y que la redonda le había quedado servida frente al arco, no lo dudó, cargo toda la energía posible en su pierna cuál jugador de Pro Evolution Soccer, clavó la mirada en el balón, y metió un zapataso que infló la red del arco merchandaisista.
Testigos presenciales aseguran haber visto la barra de carga de energía bajo su pie al momento de patear, quizás la imaginaron. Lo cierto es que el Dr. Mugnaini (Muña para los íntimos) convirtió su primer gol en torneos de la universidad. Y merecía un párrafo aparte, porque él es, al igual que tantos otros, de los que se encargan de mantener el cero en el arco propio, que suele ser una tarea bastante ingrata, ya que si se gana un partido 1 a 0, el que se lleva la gloria es el goleador, en segunda instancia el del pase, pero nunca se cae en la cuenta de que se ganó 1 a 0 porque hay mucha gente que se encarga de que ese cero exista, y de que los piolines propios sólo sean movidos por el viento.
Yo vi su cara al festejar..., y fue lo mas parecido que vi en el bajo a un gol de final de mundial...